¿Es el tiempo el nuevo lujo de hoy? El proyecto propone trabajar la relación entre tiempo, materia y espacio, buscando una respuesta emocional que va mas allá de la experiencia de compra.

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La historia del edificio dejada al descubierto en el tratamiento de los paramentos verticales, dialoga con la dureza de las piedras naturales y entra en contraste con la suavidad y lo etéreo de los textiles y de la luz.

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Se propone dotar el espacio de identidades únicas y distintas al mismo tiempo. La primera sala se caracteriza por la flexibilidad del espacio, hilando un recorrido bañado de luz natural entre los productos en exposición; la siguiente, de repente íntima y recogida, con iluminación tenue y tactos suaves, invita a una visita más lenta y a una diferente escala sensorial que culmina en un amplio probador, una sala de atención personalizada.

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Imaginado como el corazón de la experiencia, el probador rescata su protagonismo e invita a reflexionar sobre el concepto principal del espacio, el tiempo que nos dedicamos como uno de los elementos más valioso de nuestros tiempos.